"Que se desviaron en cuanto a la verdad"
2 Tim. 2:18a - Que se desviaron en cuanto a la verdad...
Un pequeño grupo de hermanos discrepantes ha publicado críticas de las enseñanzas del ministerio en el recobro del Señor en cuanto a asuntos cruciales relacionados con la preservación de la unidad apropiada en el Cuerpo de Cristo. Esta serie de libros contienen amplias respuestas a los asuntos planteados en sus críticas. Las respuestas han sido tomadas de la Biblia y del ministerio de Watchman Nee y Witness Lee. Los que discrepan se han desviado en cuanto a la verdad (2 Ti. 2:18a), tal como se manifiesta continuamente el fruto divisivo de sus desviaciones. Encomendamos estos artículos a los santos con el fin de que los consideren en oración delante del Señor, con la esperanza de que puedan instruirles, sanarles y vacunarles y a la vez les capaciten para vacunar a otros (1 Ti. 1:3-4; 6:3-4; 2 Ti. 2:1-3, 14‑15, 23-26; 3:16-17).
Los libros en esta serie tratan los siguientes asuntos:
- Enseñanzas diferentes y opiniones discrepantes de Titus Chu y de algunos de sus colaboradores
- La herejía de la división
- Con respecto a la práctica de la vida del Cuerpo
- "Al hablar en un sentido práctico, para nosotros el cuerpo hoy es sólo el recobro del señor": ¿Fue Minoru Chen "más allá de lo que ha sido escrito"?
- Hablando a todo el Cuerpo de Cristo
- ¿Dejan de enfatizar los colaboradores la iglesia local?
- "Una iglesia local es el cuerpo de cristo": Una receta para la división en el nombre de la unidad local
- ¿Se puede estar en una iglesia local y no estar en el Cuerpo?
- La autoridad en el Cuerpo de Cristo y en las iglesias locales
- Asirse de la Cabeza y las interpretaciones diferentes acerca de la Escritura
- ¿Quién representa a la Cabeza y al Cuerpo?
- Las devastadoras consecuencias de reemplazar el arreglo gubernamental de Dios en la iglesia por un sistema de control secular
- Discernir la autoridad espiritual adecuadamente a fin de seguir al Señor correctamente
- Con respecto al ministerio y la obra
- La visión de la era, el ministerio de la era, y el ministro de la era
- El camino de la compenetración y el liderazgo que existe en el ministerio en el recobro del Señor hoy
- Con respecto a las regiones de la obra y las compañías de obreros
- Utilizar medios mundanos para obtener incremento
1 Ti. 1:3-4 - [3] Como te exhorté, al irme a Macedonia, a que te quedases en Éfeso, para que mandases a algunos que no enseñen cosas diferentes, [4] ni presten atención a mitos y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que la economía de Dios que se funda en la fe.
1 Ti. 6:3-4 - [3] Si alguno enseña cosas diferentes, y no se conforma a las sanas palabras, las de nuestro Señor Jesucristo, y a la enseñanza que es conforme a la piedad, [4] está cegado por el orgullo, nada sabe, y padece la enfermedad de cuestiones y disputas acerca de palabras, de las cuales nacen envidias, contiendas, calumnias, malas sospechas,
2 Ti. 2:1-3 - [1] Tú, pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que es en Cristo Jesús. [2] Lo que has oído de mí mediante muchos testigos, esto confía a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. [3] Tú, pues, sufre el mal conmigo como buen soldado de Cristo Jesús.
2 Ti. 2:14-15 - [14] Recuérdales esto, encargándoles solemne-mente delante de Dios que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que lleva a la ruina a los oyentes. [15] Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.
2 Ti. 2:23-26 - [23] Pero desecha las cuestiones necias y las nacidas de una mente indocta, sabiendo que engendran contiendas. [24] Porque el esclavo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; [25] que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad, [26] y vuelvan al buen sentido, escapándose del lazo del diablo (quien los había capturado vivos), para hacer la voluntad de É l.
2 Ti. 3:16-17 - [16] Toda la Escritura es dada por el aliento de Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, [17] a fin de que el hombre de Dios sea cabal, enteramente equipado para toda buena obra.